Hay una clase de diseño que perdura en el tiempo y se adapta a muchos tipos de decoración.
A finales del siglo XIX y durante el siglo XX, el Neogótico y el estallido del Modernismo y el Novecentismo, de la mano de arquitectos como Gaudí, Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch, Martorell, Renom… y de talleres de maestros artesanos de la vidriera como Rigalt, Granell, Bordalba, Dietrich, Maumejan, etc., tamizaron la luz y vistieron de colores grandes y extraordinarios edificios.
Los estudios efectuados en la Escuela Massana de Barcelona han significado el punto de partida para la realización de nuestros diseños de vidrieras. A lo largo de estos años, nuestra inquietud en este campo nos ha llevado a evolucionar a la par que las tendencias artísticas.
La vidriera nace de la necesidad de vestir las aberturas de las iglesias románicas tardías y góticas. Las ventanas se agrandan y, además de proteger el interior de los edificios del viento y la lluvia, las vidrieras transforman la luz y la hacen comprensible a través de los vidrios de colores. Abren los libros sagrados con imágenes de luz. Es el maestro artesano el que motiva al mismo tiempo las manos, la mente y las emociones para elaborar la vidriera.
La técnica, el conocimiento del simbolismo y un estudio en profundidad, así como la experiencia, han sido elementos fundamentales en la realización de vidrieras religiosas en nuestro taller.